Qué ver en León: San Marcos

San Marcos

El edificio de San Marcos, hoy Parador Nacional, fue concebido como hospital para los peregrinos que se dirigían a Compostela. Fruto del Camino de Santiago, nace este conjunto arquitectónico de la primera mitad del siglo XVI, en cuya fachada podemos ver dos partes bien diferenciadas y que conviven armónicamente: la parte civil y la parte religiosa, la iglesia. En él, trabajaron arquitectos como Juan del Ribero Rada o Juan de Badajoz el Mozo.

En la iglesia cohabitan elementos góticos, como las bóvedas de crucería gótica con terceletes y combados, decoración de hoja de cardo, y arcos de medio punto, más propios de la tradición clásica. De su fachada, admirables son los relieves en la base de sus torres, dedicados a la Crucifixión y Descendimiento de Cristo, de Juan de Juni.

La fachada civil parece un gran retablo, abigarradamente decorado, lleno de grutescos, hornacinas, arcos de medio punto, pilastras, columnas, medallones con la cruz de la orden de Santiago, medallones con efigies de personajes relevantes históricos y mitológicos como el Cid, Cleopatra, Julio César …  rematándolo todo con una crestería.

Destaca la puerta de acceso al hoy Parador, con la imagen central del Apóstol Santiago a lomos de su caballo, batallando contra los musulmanes, imágenes de cuatro virtudes, el escudo imperial de Carlos V con el Toisón de Oro y, coronándolo todo, un bello rosetón calado con la imagen de la Fama.

Como curiosidad, San Marcos, a quien está dedicada la edificación, está representado de manera muy discreta como evangelista en el centro del arco (clave) de la puerta de acceso.

Esencial es el claustro, que no se finaliza hasta el siglo XVIII, y la maravillosa sillería de coro en la que trabajaron Guillermo Dondel, Juan de Juni y Juan de Angers.

El edificio tuvo múltiples usos, entre ellos, convento, museo o cárcel, en la que estuvo recluido Francisco de Quevedo.

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