Qué ver en León: Catedral de León

Catedral de Léon

La Catedral de León, más conocida como Catedral de Nuestra Señora de Regla o Pulchra Leonina, es el monumento más visitado de la ciudad.

Se puede decir que destaca por ser la más pura de las catedrales hispanas, por ejecutarse en un estilo gótico francés inicial y sin demasiados aditamentos, lo que le otorga una elegancia evidente.

Su planta es de cruz latina de tres naves, con la central más alta y ancha que las laterales, lo que hace que su estructura sea más airosa y le haya permitido abrir vanos decorados con unas extraordinarias vidrieras que, nuevamente, la hacen destacar sobre otras. En este sentido, llama la atención su triforio, que recorre todo su perímetro, algo que no se vuelve a reproducir en ninguna catedral española. Recomendamos ver la catedral leonesa por la mañana y observar como la luz del claristorio de la cabecera poligonal va inundando de luz todo el edificio.

La catedral posee girola o deambulatorio, facilitando con ello la visita, tanto al turista, como al devoto o al peregrino, puesto que nos encontramos inmersos en pleno Camino de Santiago. Sus bóvedas de crucería simple o cuatripartita, se continúan también en el crucero, ya que la cúpula se cayó en el terremoto de Lisboa de 1755.

De su interior, sobresalen la llamada Puerta del Cardo, de estilo gótico flamígero, el sepulcro del rey de León Ordoño II, decorado con relieves policromados con escenas de la Pasión, su sillería de coro de inspiración flamenca del siglo XV, el retablo de la capilla mayor del artista Nicolás Francés, el arca de las reliquias de San Froilán de Enrique de Arfe y su capilla del Santísimo.

Del exterior, remarcamos el acceso principal (occidental) con pórtico transitable, donde destaca el Locus Apellationis, lugar de apelación. En este hito, durante la época medieval, se administraba justicia. De esta portada tripartita decorada profusamente con temas del Nuevo Testamento, sobresale la central, dedicada al Juicio Final, en cuyo parteluz preside la bella y delicada imagen de la Virgen Blanca. Ésta es una copia, pues la original se custodia en el interior del templo.

Es necesario hablar de las otras dos portadas: la sur, dedicada al obispo San Froilán, y la norte, dedicada a la Virgen del Dado, que conserva la policromía del siglo XV y conecta con el claustro.

Por supuesto, recomendamos la entrada al Museo Catedralicio, donde se pueden admirar obras desde época prehistórica hasta el siglo XX y, como no, a la sala capitular, de época renacentista obra de Juan de Badajoz el Mozo.

Catedral de León

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